VATICANO, 10 May. 16 / 04:38 am (ACI).- En la Misa que celebró en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco lanzó un mensaje para los jóvenes: “Querría decir a los chicos y a las chicas de hoy que no se sienten a gusto –‘no son tan felices por esta cultura del consumismo, del narcisismo…’: ¡Miren el horizonte! Miren allí, ¡miren a nuestros misioneros!”.
En la homilía que pronunció, el Pontífice pidió dar gracias por los misioneros que tiene la Iglesia y animó a los jóvenes a dar su vida por el Evangelio, hasta “quemarla” si hiciera falta por amor a los demás.
“Oren al Espíritu Santo para que les de fuerzas para ir lejos, a ‘quemar’ la vida. Es una palabra un poco dura, pero la vida vale la pena vivirla. Pero para vivirla bien, ‘quemarla’ en el servicio, en el anuncio, e ir adelante. Y esta es la alegría del anuncio del Evangelio”, pidió.
El Papa destacó que una cualidad del misionero es la “docilidad” y pidió que “más que las insatisfacciones” que atrapan “a nuestros jóvenes de hoy” la voz del Espíritu Santo "les lleve a ir más allá, a ‘quemar’ la vida por las causas nobles”.
Francisco expuso que la llamada de Dios a evangelizar “quema” y provoca que “muchos jóvenes, chicos y chicas, hayan dejado la patria, la familia y se vayan lejos, a otros continentes a anunciar a Jesucristo”.
Después, reflexionó sobre la lectura de la liturgia del día de los Hechos de los Apóstoles que cuenta la despedida de Pablo a la comunidad de Mileto. “Creo que este pasaje evoca la vida de nuestros misioneros”, señaló.
“Iban fortalecidos por el Espíritu Santo: ¡una vocación!”. “Y cuando, en esos lugares, vamos a los cementerios, vemos sus lápidas: muchos han muerto jóvenes, con menos de 40 años. Porque las enfermedades del lugar no estaban preparados para soportarlas. Han dado la vida jóvenes: han ‘quemado’ la vida”.
“Pienso que ellos, en ese último momento, lejos de su patria, de sus familias, de sus seres queridos, habrán dicho: ‘¡Ha valido la pena todo lo que he hecho!’”.
Después añadió: “El misionero va sin saber qué lo espera”. “Sabe que no será fácil la vida, pero va adelante”.
“Nuestros misioneros son héroes de la evangelización de nuestro tiempo”, subrayó. “Europa, que ha llenado de misioneros otros continentes… Y estos se iban sin volver… Creo que es justo que le demos gracias a Dios por su testimonio. Es justo que nos alegremos de tener estos misioneros, que son verdaderos testimonios”.
“Pienso cómo habrá sido su último momento: ¿Cómo habrá sido su despedida?”, se preguntó de nuevo. “Anónimos, se han ido…. Otros mártires y esto quiere decir que ofrecieron su vida por el Evangelio. ¡Son nuestra gloria estos misioneros!, ¡la gloria de nuestra Iglesia!”.
Lectura comentada por el Papa:
Primera lectura
Hechos 20:17-27
17 Desde Mileto envió a llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso.
18 Cuando llegaron donde él, les dijo: «Vosotros sabéis cómo me comporté siempre con vosotros, desde el primer día que entré en Asia,
19 sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas y con las pruebas que me vinieron por las asechanzas de los judíos;
20 cómo no me acobardé cuando en algo podía seros útil; os predicaba y enseñaba en público y por las casas,
21 dando testimonio tanto a judíos como a griegos para que se convirtieran a Dios y creyeran en nuestro Señor Jesús.
22 «Mirad que ahora yo, encadenado en el espíritu, me dirijo a Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá;
23 solamente sé que en cada ciudad el Espíritu Santo me testifica que me aguardan prisiones y tribulaciones.
24 Pero yo no considero mi vida digna de estima, con tal que termine mi carrera y cumpla el ministerio que he recibido del Señor Jesús, de dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.
25 «Y ahora yo sé que ya no volveréis a ver mi rostro ninguno de vosotros, entre quienes pasé predicando el Reino.
26 Por esto os testifico en el día de hoy que yo estoy limpio de la sangre de todos,
27 pues no me acobardé de anunciaros todo el designio de Dios.